Cuando recién egresé de la licenciatura en psicología educativa sabía de todo un poco, en pocas palabras era una todóloga.

La realidad es que en la universidad desarrollé competencias para desempeñarme como psicóloga seguramente en una empresa o dependencia de gobierno, pero no tenía las bases necesarias para saber cómo iniciar mi propio consultorio ni mucho menos mi propio instituto de psicología.

Emprendimiento, finanzas, gestión, branding, diseño de producto, marketing ¡Nada de eso estaba en la curricula de las materias que cursé! así que tuve que irme abriendo camino sola, investigando por mi cuenta y apoyándome de asesores especialistas en estas áreas.

Hoy quiero compartirte un poco de lo que aprendí:

Especialízate en un ámbito especifico: lo más trillado que puedes encontrar en la publicidad de un psicólogo o terapeuta es : “Atención psicológica a niños, adolescentes y adultos” ¿Te digo algo? ¡De esos hay miles! ¿Cómo podría saber la gente que tu eres el especialista que necesitan si usas el mismo mensaje publicitario que todos? Es más… ¿cómo podrían saberlo si ni tu mismo sabes cuáles son tus mayores habilidades y conocimientos?

Identifica a tu comunidad: Ok, ya sabemos que eres terapeuta de pareja (por poner un ejemplo) entonces ¿A quienes está dirigido tu servicio? a parejas que tienen dificultades de comunicación, a parejas que acaban de tener su primer hijo, a parejas de la comunidad LGBTTTI, a parejas que se acaban de mudar a vivir juntos o recién casados, a quienes experimentan disfunciones sexuales, a quienes viven dependencia emocional o se violentan entre sí….

Como te puedes dar cuenta, el hecho de que definas tu área de especialidad, las necesidades y características de la comunidad a quien puedes ayudar con tu servicio será muy ventajoso para poder diseñar una estrategia de marketing potencial.

Diseña una estrategia que conecte con tu usuario: Si tu principal objetivo es vender… estás perdid@, a nadie nos gusta que nos bombardeen con productos y mucho menos que nos insistan para comprar, así que tendrás que enfocarte en conectar con las ideas de tu comunidad y aportar contenido de valor emocional y para su aprendizaje.

Reconoce qué situaciones  no tienes la capacidad de atender: Supongamos que usualmente recibes niños con dificultades de conducta, específicamente aquellos que no siguen reglas, desafían a los adultos, suelen reñir con otros  niños, pero llega a tu consulta una familia con un hijo que recibió un diagnóstico con el que no estás familiarizado, lo mejor es derivarlo con alguien que se especialice en atender niños con ese diagnóstico en lugar de decir ¡yo lo atiendo! 

Es muy común cuando  estás iniciando querer atender casos para “ganar expeiencia”… y dinero; pero ¿sabes algo? la salud mental, el tiempo y la confianza que tus usuarios depositan en ti, no vale lo que te están pagando, así cobres $50.00 o $500.00 por consulta. 

Saber decir: “no tengo formación en este ámbito”, “no atiendo este tipo de casos” no te hace incompetente, al contrario, demuestra tu ética profesional, ya tendrás oportunidad más adelante de investigar y capacitarte para definir si esa situación puede formar parte de tu abanico de servicios.

Estas son algunas sugerencias que puedo darte, pero la última, que es más valiosa aún es busca un mentor(a), esto te facilitará muchísimo más el camino, los libros te ayudarán, pero la experiencia personal de quien ya ha transitado ese trayecto te dará ventaja, lograr tener más consultantes no es una receta mágica que apliques hoy y mañana tengas agenda llena, es un trabajo que debes construir poco a poco  pero que al final te brindará excelentes resultados.

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