El desarrollo sensorial forma parte del desarrollo físico, hace referencia a la capacidad del niño de sentir y percibir todo lo que ingresa por sus sentidos, olfato gusto, vista, tacto y oido. Desde los primeros días de vida puede escuchar todo lo que sucede en su ambiente cercano, percibe el olor de su madre y el sabor de la leche materna, es capaz de retirar sus extremidades de objetos y texturas que le resulten desagradables, puede percibir luces y sombras, cada una de estas capacidades se va afinando poco a poco, durante los primeros años y se mantiene a lo largo de la vida.
El desarrollo sensorial es tan importante que cuando se encuentra alterado el niño tendrá gran dificultad para lograr aprender, prestar atención, tener buena memoria o incluso hablar.
¿A qué se debe esto?
Imagínate que estás tomando una clase y el aula de junto está siendo reparada, puedes escuchar el martilleo, el sonido del taladro, personas arrastrando materiales para construcción, seguramente no vas a poder concentrarte, te sentirás irritable, probablemente hasta te duela la cabeza. Eso sucede cuando un pequeño tiene una alteración sensorial que afecta el oído, la cual hace que perciba con gran intensidad los estímulos auditivos.
De esta forma, podemos ver que cuando uno de los sentidos se encuentra comprometido el resto de funciones de nuestro cerebro se ve afectado también.
Es importante que estés atent@ de cualquier molestia, incomodidad que pueda tener tu hijo o paciente, tanto desde los primeros años de vida como en sus momentos de aprendizaje pues muchos pequeños con problemas o trastornos de aprendizaje también tienen alteraciones sensoriales que deben ser tratadas.
Mtra. Claudia Solana
Psicóloga y Terapeuta
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