Sucede que justo ahora que encontraste el trabajo que buscabas, que emprendiste un nuevo proyecto, que tenías planeado hacer un viaje, alguna compra o iniciar algo nuevo te llega la noticia de que todo ello que tanto anhelabas tiene que esperar, que ya no se va a concretar, ¡o peor! hay incertidumbre sobre qué sucederá pues eso no depende de ti ni de tus decisiones.
¿Cómo lidiar con la frustración, la angustia, el desánimo o la desesperanza?
Si bien es cierto que no a todos nos afecta igual un cambio, una mala noticia o la inestabilidad momentánea pues las realidades individuales y los contextos en los que nos desenvolvemos pueden ser muy diversos y desiguales, seguro que habrá algunas cosas que puedas hacer para sobrellevar este periodo y hacer de él un proceso de encuentro contigo hacia la búsqueda de nuevas oportunidades.
1) Enfócate en ti, hacer un pausa (la cual no pediste ni deseaste pero ya sucedió) puede servirte para darte cuenta de que antes de todo lo que se encuentra afuera, (sea material, laboral o relaciones interpersonales) tienes que mirar hacia adentro; escucha la forma en que te hablas, cómo te expresas de ti ante otras personas, qué tanto atiendes a tu voz interior cuando tienes un presentimiento, cuando surge una idea nueva, cuando necesitas expresar alguna emoción ¿te validas a ti misma? ¿o te la pasas invalidándote, reprochándote o culpándote? Es momento de detectar esos pensamientos y sentimientos que te limitan, para tratar de encontrar algunos más acertados y después de la pausa retomar tu rumbo con una mentalidad más clara sobre quién eres, qué quieres y hacia dónde vas.
2) Deja fluir tu creatividad. En momentos difíciles tenemos diversas opciones, una de ellas es esperar que todo gradualmente se solucione aunque lleve tiempo y con ello tus recursos personales, emocionales o financieros se agoten; la otra es accionar, tomar decisiones (a veces precipitadamente) y resolver. En ocasiones los momentos de mayor dificultad nos impulsan para atrevernos a hacer eso que tanto miedo teníamos de que no funcionara, es entonces cuando la creatividad surge y a veces nos sorprende la capacidad de resiliencia que tenemos, estar pasándola tan dificil pero aún así encontrar la manera de usar nuestras potencialidades y salir adelante.
3) Ubica tu red de apoyo, no estás sola, seguro hay alguien que te escucha, que se está sintiendo igual que tu, no serás la primera ni la única en pedir ayuda, en salir de esta pidiendo algunos favores que más tarde tengas que devolver, recuerda, es dar el paso o deteriorar tu estabilidad emocional y tu salud física.
Ante esta pausa necesaria por COVID-19 me entristece ver las condiciones de precariedad de muchas personas, darme cuenta que para mucha gente el alimento del día no llegará a casa, el egoísmo de algunos que buscan satisfacer sus “necesidades” a costa de otros, pero a la vez me sorprende y entusiasma ver la cantidad de historias de personas resilientes que están logrando ponerse de pie y resolver, el apoyo comunitario hacia los pequeños negocios, comerciantes y prestadores de servicios, me ilusiona la creatividad que de cada persona está emergiendo para darle sentido a esta experiencia y salir adelante.
Unamos fuerzas, seguro que en momentos de vida tan acelerados la pausa nos servirá para conectar con uno mismo y nuestros seres queridos, agradecer un día más de estar aquí y ser parte de la vida de alguien más, recuerda que tu existencia mueve la vida de cientos de personas aunque no te des cuenta.
Información de mucho interés y mucha ayuda, mil gracias.